Lunes 16 de agosto de 2004

LA NACIÓN TUVO ACCESO A TRES CASOS QUE PONEN EN TELA DE JUICIO EL PROCEDER DE LA BUROCRACIA INSTITUCIONAL

Procesos irregulares cuestionan calificación de mártires en Carabineros

Sumarios incompletos, omisión en las declaraciones y conclusiones contra la lógica de las pruebas, han permitido que oficiales, emparentados con altos oficiales, obtengan la calidad de mártires de Carabineros, y sus familias los millonarios beneficios que se desprenden de esa calidad.

Juan Manuel Ugalde  La Nación 

Dentro del listado de los 1.066 mártires que Carabineros de Chile reconoce como fallecidos en actos de servicio, según la nómina confeccionada para el 75º aniversario de la institución policial en abril del 2002, el capitán Fermín Guíñez Naudon ocupa el número 916 y el capitán Marcos Rieutord Miquel el número 1.052. El primero de los fallecidos es yerno del general (R) de Ejército, Ramsés Álvarez Sgolia, condenado como autor intelectual del homicidio de Tucapel Jiménez; y el segundo, sobrino del general inspector de Carabineros, Luis Rieutord Campillo, ex director de Orden y Seguridad.

Todo lo anterior no pasaría de ser un mero dato de no ser que varias pruebas, a la que tuvo acceso La Nación, entre ellas un video y documentos, que dan cuenta que ambos ex oficiales no perdieron la vida en actos del servicio y que posteriormente mediante graves omisiones, su calidad de mártires fue acreditada en procesos irregulares.

Consultado sobre esta situación el director de personal de Carabineros, general Raúl Melo, reconoció haber escuchado algo sobre el tema, aunque indicó que “me atrevería a asegurar que, desde que yo he estado en el alto mando, esto no ha ocurrido”.

Más allá del honor, la calidad de mártir se traduce en un asunto económico si se consideran que ambos ex oficiales al momento de morir no tenían los 20 años de servicio para acceder a la jubilación, por lo que su nueva calidad permitió a sus deudos acceder a múltiples beneficios y que según un cálculo elaborado en mayo de este año por el senador Nelson Ávila, pueden llegar a un monto total de 843 millones de pesos.

Millonarios beneficios

El total se desglosa de la entrega de una pensión de montepío, una indemnización especial consistente en dos años de sueldo imponibles de la víctima, una indemnización de desahucio equivalente a 30 meses de remuneración, pago de 4 meses de sueldo y remuneraciones de actividad, pago de cuota funeraria, cancelación de cuota mortuoria y devolución de cotizaciones de la Comisión Acción Social, devolución de aportes al fondo de ahorro habitacional, pago de seguro de vida y entrega de identificación para montepiadas del personal fallecido en actos del servicio.

A todo lo anterior se suma que la pensión de los mártires se reajusta a la par de la remuneración de los funcionarios activos, a la vez que es heredable de la esposa de la víctima a la hija mayor que permanezca soltera. Esta situación ha servido para que muchas mujeres con tal de no perder este beneficio convivan con sus parejas, o contraigan matrimonio en el extranjero.

Consultado sobre la posibilidad de que sea burlado el sistema para la concesión de este beneficio de manera irregular, el subsecretario de Carabineros, Felipe Harboe, señaló a La Nación que “desde el año 2002 que yo estoy en este cargo, y tengo la impresión de que desde que el general Cienfuegos se encuentra a la cabeza, no me ha tocado ver este tipo de situaciones, más allá del escolta presidencial que falleció o del carabinero que fue herido en el intento de secuestro del diputado RN, Alfonso Vargas”.

Añadió que “creo que esto se debe a que en el último tiempo el alto mando y la subsecretaria en conjunto, cada día vamos modernizando la normativa para evitar estos abusos. Destacando la voluntad de Carabineros y la fiscalización y gestión de sus controles internos”.

Fiscal del caso Spiniak

El capitán Fermín Guiñez, falleció a las 16:40 horas del 27 de marzo de 1991, mientras cumplía funciones como sub comisario administrativo en la 42ª Comisaría de Radiopatrullas. El funcionario fue encontrado muerto de un tiro en la boca efectuado con su escopeta de servicio, mientras sobre el escritorio de su oficina había una carta dirigida a su cónyuge en la cual le explica el motivo de su decisión y se despide de ella.

Según consta en la investigación sustanciada por la Sexta Fiscalía Militar de Santiago, causal rol Nº 280-91, y específicamente en el informe de autopsia Nº 900/91 elaborado por la doctora América González, se concluye que “se trata de un disparo de tipo suicida”.

Lo anterior se ve ratificado por el general inspector de Carabineros, René Varas Asenjo, que informó a la fiscalía que el capitán Guiñes “se autoinfirió un disparo en la boca que le provocó la muerte en forma instantánea”.

Pese a lo anterior, el dictamen reservado Nº 18 del 20 de mayo de 1991, suscrito por la jefe de la Zona Metropolitana, general Oscar Mario Tapia, le otorga la calidad de mártir a Guíñez, con los consiguientes beneficios a su viuda, Mónica Álvarez Guzmán. Tapia indica en el punto tercero de la resolución que “con los medios de prueba hechos valer en el expediente, queda plenamente acreditado que el deceso del capitán Guíñez Naudón, ocurrió a causa de un accidente en actos del servicio durante el desempeño de sus funciones profesionales”.

Cabe mencionar que esto se produjo sólo un año después que el entonces general director, Rodolfo Stange, firmó la circular Discar Nº 1.171, del 5 de mayo de 1990, donde excluye de todo tipo de beneficios a los parientes de un suicida. Sin embargo el general inspector Carlos Menne dispuso que el yerno de Álvarez Sgolia, fuese incluido en el álbum de los mártires.

Todo fue avalado por el visto bueno en el sumario interno realizado, por la asesora jurídica de la institución, la actual fiscal de una arista del caso Spiniak, Lidia Soto, quien determinó la legalidad del procedimiento.

A la salida de un topless

El capitán Marcos Rieutord Miquel, falleció a las 5 de la mañana con 6 minutos y 32 segundos, del 5 de agosto del 2000 en Antofagasta. Más que una trágica estadística, estos datos son fundamentales para comprender la ilegalidad de su calidad de mártir que queda de manifiesto al contrastar este antecedentes con un video al que tuvo acceso en exclusiva La Nación (ver secuencia). La cinta fue grabada por un empresario nocturno que, sin pensar en la importancia probatoria que alcanzaría la filmación, sólo intentaba obtener un registro de los privilegios que tenía local de la competencia que permanecía abierto, fuera de las horas legales, gracias a su complacencia con los policías que acudían como clientes.

El fallecimiento de Rieutord, al igual que en el caso anterior fue calificado como en “actos del servicio” pese a que falleció en un accidente automovilístico, al chocar con un poste de luz, mientras se encontraba de franco y vistiendo de civil (como dejó registrado en el libro de ronda la oficial Magdalena Reyes Moya), con un 1,76 grados de alcohol en el cuerpo y después de haber frecuentado la discoteque Kamikaze y el topless Ataraxia West.

Estos dos últimos locales son fundamentales para desmentir la calidad de hombre ejemplar para Carabineros del sobrino del general Luis Rieutord, porque en el sumario realizado sobre su muerte y que avaló el mayor Jorge Risco, al precisar que el capitán murió “en servicio”, cae en contradicciones, omite testimonios y deja numerosos antecedentes sin investigar.

En ese contexto la investigación da cuenta que el fallecido en compañía del teniente Belisario Vega, después de compartir una cena en el casino de la institución, sintieron hambre y habrían ido a comer unos sandwichs a un servicentro, desde donde se dirigieron a la mencionada discoteque a “fiscalizar” la presencia de subalternos. A fojas 75, en el sumario se cita al administrador del establecimiento, Francisco Rosales, quien da fe que el capitán no consumió ninguna bebida alcohólica, lo que se contrapone al resultado de la alcoholemia Nº 2344/2000 y al grado etílico que muestra el video.

Otra irregularidad que queda en evidencia en el video es la mentira del guardia del topless, Alejandro Basadre, quien declaró en el sumario: “No señor, en ningún momento el capitán Rieutord y su acompañante hicieron ingreso al local”. A lo que agrega “divisé de lejos al capitán Rieutord y su andar era normal, pudiendo manifestar sin temor a equivocarme que no se encontraba en estado de ebriedad”.

La falsedad queda registrada en la cinta cuando a las 4 de la mañana con 59 minutos, Rieutord y Vega, tras saludar a Basadre, hacen ingreso al local en visible estado etílico al constatar la inseguridad de sus pasos.

Asimismo, no se lo tomó declaración al conductor del taxi colectivo que enfrentó al vehículo del fallecido oficial, ni tampoco a los otros oficiales y carabineros presentes en la discoteque y en el topless, porque según lo estipuló a fojas 37 el sargento Javier Salazar, “durante mi servicio efectué una fiscalización al interior de todas las discoteques (...) no observando la presencia de oficial alguno en dichos recintos”.

Esto se contrapone a la imagen del video donde inmediatamente después de la salida de Rieutord y Vega se distingue nítidamente la salida del teniente Enrique Ibaceta Silva, quien sorpresivamente tampoco declaró en el proceso.

Sin alcoholemia

Un tercer caso, que también llama la atención es el del mártir Nº 995, el teniente Ricardo Salinas Rodríguez, hijo de un mayor en retiro del mismo nombre, y que al día de su fallecimiento, el 8 de abril de 1995, a las 5: 15 horas, era el jefe de la tenencia de Nogales, localidad cercana a La Calera.

El oficial falleció producto de un accidente automovilístico en la Ruta 60 sector La Palmilla, donde en una curva pierde el control de su vehículo. Al momento de su deceso Salinas regresaba desde la casa de su polola al cuartel, ya que como oficial soltero tenía la obligación de pernoctar en la tenencia.

Esto además de que sus funciones comenzaban a las 8 de la mañana.

La sospecha surge ya que pese a que en el informe técnico confidencial Nº64-95 de la SIAT de Valparaíso se precisa que el conductor se desplazaba a una velocidad no razonable, ni prudente, a la vez indica que “el conductor lo hacía en condiciones físicas deficientes”.

Pese a esto su calidad de mártir le fue tramitada sin que se le practicara la alcoholemia de rigor, como quedó de manifiesto en la autopsia certificada por el médico legista Horacio Bruzzone.

***4:59:25 AM*** El capitán Marcos Rieutord, en compañía del teniente Belisario Vega, saludan al guardia del topless Ataraxia West, Alejandro Basadre, y hacen ingreso al local en visible estado de ebriedad. En el sumario que le concedió la calidad de mártir a Rieutord, Basadre señaló que ellos nunca habían ingresado al local. ***5:03:38*** AM. El fallecido oficial abandona el topless nuevamente en una imagen que deja en evidencia los 1,76 grados de alcohol que registró en su cuerpo la alcoholemia que se le practicó tras su deceso. Pocos segundos después lo hará el teniente Vega, quien declaró que luego de una “exhaustiva y discreta revisión” se retiraron tras comprobar que no existían oficiales en el lugar.

***5:03:48 AM***El capitán Marcos Rieutord en compañía del teniente Vega, abordan su vehílculo. Esta es la última imagen que registra al oficial con vida. ***5:05:15 AM*** Pese a lo declarado por Vega, un minuto y 13 segundos después, sale el teniente Enrique Vivaceta Silva, quien tampoco declaró en el sumario administrativo y cuya presencia en el Ataraxia West misteriosamente no fue advertida pese a no ser un local de grandes dimensiones.

***5:06:41 AM*** Alejandro Basadre junto a otro guardia del topless antofagastino se percatan del apagón causado por el choque del vehículo que conducía el capitán Marcos Rieutord, en contra de un poste de luz distante 400 metros del Ataraxia West. Accidente que le causó la muerte instantánea. ***5:32:58 AM*** Sin la ayuda de su colegas, el fallecido oficial es sacado desde los fierros retorcidos de su carro por parte de personal de auxilio de Bomberos y de urgencia médica. En la imagen se observa la inclinación del poste causada por el fuerte impacto.

El director de personal de Carabineros, general Raúl Melo.